Project Description
La antigua Estación se recicla como espacio público.
Antecedentes:
Cuando comenzamos con el proyecto en 2013, el edificio estaba cerrado desde 2011, y el lugar estaba envuelto en un sentimiento de pérdida. Donde había un edificio vivo que dinamizaba el barrio, había un edificio abandonado que irradiaba tristeza. La estación había estado funcionando durante 68 años (1943-2011) y los ciudadanos se encontraban estrechamente unidos a él, formaba parte de la identidad del lugar. Existía la necesidad de activar la zona, que sufría la pérdida de la vida que aportaba el edificio al barrio, pero no existía la necesidad real de un nuevo uso. En un principio se pensó en un edificio tipo mercado donde se vendieran alimentos, artesanía y también se pudiera consumir. En segundo lugar se pensó en un uso de Coworking. Finalmente lo que se ha ejecutado, es un espacio multifuncional para usos culturales y sociales. También se han acondicionado los accesos, escaleras, ascensores, fachadas y entorno. El antiguo Hall se ha convertido en una gran plaza pública cubierta a disposición de todos ciudadanos.
La Estación de Félix de Azúa:
En el proyecto original del arquitecto municipal Félix de Azúa Gruart, se distinguen dos partes diferenciadas; por un lado el volumen edificado cerrado de lenguaje historicista y por otro el hall con los andenes de los autobuses configurados por las marquesinas exteriores, con una concepción totalmente racional. La concepción funcionalista de la arquitectura lleva al arquitecto a separar el tránsito de viajeros hacia los andenes, de la circulación rodada de los vehículos, mediante un pasaje subterráneo que conduce desde el gran hall central hasta los andenes. Azúa diseña las marquesinas y el gran hall de transito, donde la estructura de hormigón cobra protagonismo, según los parámetros del Movimiento Moderno. La concepción racionalista del hall hace que el espacio sea muy flexible y adaptable a diferentes usos a lo largo del tiempo. El planteamiento de nuestra intervención trata de rescatar y potenciar, esta dicotomía arquitectónica, reflejo de un momento único de nuestra historia. El proyecto de reciclaje del edificio hace que el edificio siga siendo reconocible por los ciudadanos, respetándose la memoria identitaria de la ciudad.
Ideas de proyecto:
1.- Oportunidad de abrirse al parque. 2.- Respetar la memoria e identidad de los ciudadanos. 3.- Potenciar la emoción la espacial industrial 4.- Resaltar la potencia de los elementos estructurales. 5.- Resaltar los murales de Gastón Castello.
La estación inicial se encontraba cerrada a los andenes exteriores, que era un espacio dominado por los vehículos. Ahora, este entorno se había transformado en un parque, por lo que surgía la gran oportunidad de abrirse al exterior. El muro oeste del edificio se ha convertido en un gran vidrio con cuatro accesos, que relacionan el edificio con la Plaza Séneca. El espacio interior fluye hacia el exterior y viceversa, de forma que se integran en una unidad. El color de la fachada se ha elegido con criterios de paisaje urbano para una correcta integración en el entorno.
Estrategias de reciclaje arquitectónico:
1.-Sin actuación aparente. Lo nuevo pasa desapercibido. 2.- Contenedor de nuevos equipamientos funcionales. 3.- Yuxtaposición de nuevos elementos nuevos.
Se optó por utilizar el edificio como gran contenedor, diáfano, y luminoso, como continente de los elementos necesarios para el nuevo uso, equipamientos, mobiliario, etc. Estos nuevos elementos debían contrastar por su materialidad con la preexistencia por el principio sinceridad constructiva. Se plantean como elementos ligeros, metálicos y de madera a modo de carpinterías porque son elementos flexibles que se pueden retirar o modificar fácilmente en futuros nuevos reciclajes o adaptaciones del edificio. También se añadió un volumen en cubierta para albergar y camuflar las instalaciones.