Edificio General Navarro.

ENTORNO Y BASES DE PARTIDA. Se planteaba la promoción de un edificio de viviendas en un solar situado entre los barrios de Altozano y Carolinas. Esta zona tiene una edificación muy heterogénea, y carece del carácter de centro urbano. Predominan los edificios de ladrillo caravista que dan un marcado carácter de periferia, por lo que la imposición de dicho material resultó menos incomoda en este caso. El solar se encuentra orientado a mediodía y dispone de una longitud de fachada superior a la profundidad edificable.

PLANTEAMIENTO GENERAL Y RESPUESTA FORMAL. El edificio se organiza en dos bandas de estancias (una exterior y otra volcada al patio interior) separadas por un pasillo central de circulación, donde conectan la escalera y el ascensor. Las zonas de día y habitaciones principales se sitúan en la banda exterior, ventiladas e iluminadas mediante balcones, que recogen la luz y el sol de mediodía. La repetición de las puertas de salida al balcón configura una composición vertical de huecos que contrasta con la horizontalidad de los balcones corridos. Una celosía atraviesa el edificio de arriba abajo generando las galerías, se refuerza así, la composición a base de contraste entre elementos verticales y horizontales. El caravista, sólido y oscuro, se contrapone a la transparencia y claridad del vidrio empleado en las barandillas, retomando de esta manera la estética del contraste.

CONSTRUCCIÓN Y MATERIALES. Se utilizan materiales tradicionales dejándolos en su color natural; ladrillo para la fachada, hormigón visto en los aleros, acero en dinteles y vierteaguas, madera en las celosías y vidrio en las barandillas. Se repiten soluciones tradicionales de los edificios que se construyeron en los años setenta y que preferimos a las actuales; el zuncho perimetral de los aleros nos sirve de goterón, anclaje de barandilla y acabado; la celosía resbala por la fachada a modo de cortina y se remata el edificio con una pérgola muy ligera.